Hace algunos días recibí de regalo unos hermosos papeles de origami llegados directo de Japón (¡muchas gracias Flor!) que resultan sumamente inspiradores.
Es sorprendente la delicadeza, la belleza de los detalles de cada uno de los motivos. Pero además de eso, la textura del papel es completamente distinta al de los papeles que conseguimos aquí, en Argentina, para hacer origami. Investigando un poquito descubrí que este tipo de papel se llama washi o papel Japón, y se produce de manera artesanal a partir de fibras de plantas autóctonas japonesas en lugar de la pulpa de madera, como se hace el papel tradicional. Estas fibras le dan al papel una resistencia y durabilidad mucho mayor, aunque el gramaje sea muy bajo. Pueden ver un video del proceso aquí.
Otros regalitos de Flor, todo con acento japonés: autoadhesivo con la forma de pez tradicional de origami, post-it de gatitos y una japonesita armada por ella misma.
¡Es todo tan hermoso que ya se me ocurren mil ideas para empezar a plegar! De hecho, ya utilicé los primeros papeles para realizar estas cajitas cilíndricas diseño de Tomoko Fuse. Tanto la tapa como la base se pliegan a partir de un cuadrado de papel. En este caso, a partir de un cuadrado de 15x15 cm, obtuve una caja de 5 cm de diámetro por 5,5 cm de alto aproximadamente. El diagrama se encuentra publicado en el libro “Iremono Iro Iro (cajas raras y flores”.
Detalle de los motivos del papel. Si desean ver más fotos de estas cajitas cilíndricas plegadas con otros papeles, las pueden ver aquí.
Una de las cajitas contiene un colgante formado por un mandala de 8 módulos (autoría de Falk Brito) y una rosa japónica (diseño tradicional).
La segunda cajita contiene un colgante con una flor de 5 módulos rectangulares (autoría de Meenakshi Mukerji).
Si te gustó alguna de las piezas y querés comprar, esta es mi dirección de e-mail: masorigami@gmail.com